Valeria tenía tres hermanas: Margarita, Rosita y Amapola. Las tres jugaban siempre juntas. Nunca la avisaban y soñaban con casarse entre suspiros de amor. Vinieron a casa hombres que con palabras y flores se las llevaron. Ahora Valeria no tiene a nadie que ver jugar.
Month: septiembre 2018
El mar
Ella se cruzaba las piernas esperando que se convirtieran en cola de sirena. Cada año esperaba los meses de verano a que las criaturas marinas o el rey de los mares la llamaran de vuelta a su verdadero hogar, aquél que se le había negado. Salado, celestial y envuelto de frágiles sonidos. Esos meses esperados cayó la lluvia más larga que había vivido. Fue cuando se dio cuenta que siempre había vivido en el mar.
El tuerto sucio
Un viejo cuaderno con garabatos, de lo que una vez dijo que eran héroes y dragones; la cuchara con el nombre tallado de su madre, que fue su espada de la suerte, aunque más de una vez clavó contra sí mismo; y el sombrero para protegerse del sol que ahora le cubría de las frías miradas, eran los acompañantes que siempre iban con él. El tuerto sucio del que todas las personas huían.
Vagaba siempre en la misma dirección que fue su condena. Hasta que un día cambió su camino y el viento se lo llevó.
Gotas de café
En qué quedan las gotas de café olvidadas de una desconocida sino en el recuerdo de quien la observó con su vestido perfecto de cuento de hadas abandonar su torre de marfil.