El lamento de Salomé

Mi cuerpo se retuerce en la hierba,
comiéndome pétalos de lirios;
rogando olvidar el sabor de sus labios muertos.

Es la danza que aún no ha cesado en mí,
la música que da cada percusión
como puñales en mi corazón.

Ya no estaré reflejada en sus ojos,
no me rechazará más,
descansando para siempre con su Dios.

Y sin embargo,
mi cabeza se siente como la de él,
desprendida rodando por el campo.

¿Quién calma ahora la sed?
¿Quién volverá a hacer latir
con el espejismo este sexo de mujer?

No hay consuelo en el alma
encadenada a su recuerdo,
rodando por el campo,
vomitando lirios.

Salome_Jean_Benner_c1899

«Salome» de Jean Benner

Lágrimas de girasoles

Nos hemos estrellado después de tantas reparaciones.
Deterioras la nave en un mundo desconocido,
o quizás seamos nosotros los irreconocibles
de tantas máscaras coleccionadas en cada planeta
olvidando nuestros rostros.

Tus palabras no pueden repararla finalmente.
Ya no hay combustible con el que explorar los astros,
ni meteoritos ardientes.
Emergencia: perdemos la energía.

Giramos solos y rotos.
Las estrellas desvanecen su brillo
en un universo incompresible.

Nuestra raza no sabe de lágrimas líquidas.
Te lamentas y caen de tus ojos tres semillas.
Nacen girasoles.
Odio el amarillo.

sun-flower-209613_1920

La chica que hacía grullas de papel

Mil grullas de papel contaba,
para pedir lo que deseaba.

Encerrada entre cuatro paredes desgastadas,
cubierta por dibujos de ensueños de cera.

Estando en la estridente calle,
transitaba por gente gris
impasible y sin latidos.

En el viejo columpio de su plaza
acariciando el óxido de los días.

Las grullas volaban el tiempo
en sus frágiles manos.

Cada una con un diferente color,
y un diferente sentir,
que llegase en su forma
a ser dotada con alma de papel.

La chica nunca tuvo en su mano
las palabras,
sólo construir realidades
desde lo profundo de su ser.
Entonces empezó a crear
grullas vestidas de escritura,
que llevasen su mensaje
recorriendo los sueños de Eolo.

Pasaron los años.
Los recueros giran inquietos
en el ciclón de la vida,
sin ser consciente
de las rugosidades de la piel.

Los ojos amanecieron,
como el fuego de una cerilla
por última vez un tres de mayo.
Las manos se abrasaban,
manteniendo el pulso,
en la última grulla
que aterrizó al suelo
dándole a ella alas hacia el sueño.

Eclipse lunar

Abre la ventana,
siente la fragancia
de la dama de noche
invadir tu instinto
y escucha la melodía
olvidada de los grillos.

Varias caras tiene la Luna,
varias lecciones que aprender.
Mientras el Sol ciega
y desgasta en su día,
la noche recoge lagunas.

Entre el Sol y la Luna
está nuestro cuerpo,
reflejando un cono de sombra
en el rostro de Selene.

Traza puntos en el cielo,
mantén la firmeza
y viaja hacia ellos.

Incluso si el combustible falta,
en la deriva no hay lamento
rodeados de llaves de estrellas.

Nina

Una vez más vuelvo abrir con la llave la puerta de aquél viejo desván,
donde está guardado mi antiguo piano y mis recuerdos.

Desde que era una niña, le he dado vueltas a mi mente.
Canté en ese piano, desgarré mi vestido blanco, grité y lloré.

Y no quiero ver lo que he visto, para deshacer lo que he hecho.
Apagar todas las luces, dejar que la mañana llegue.

Una hoja en blanco sigue esperando su partitura eternamente.
Partí la pluma para crear la melodía del silencio.

En este champán, perdida en la embriaguez para afrontar el mundo.
Es como me siento cuando cae la noche y estoy sola.

Porque soy un alma difícil de salvar en medio de un océano,
pero lo bordearé con fuerza para encontrar el camino.

Ahora hay una luz azul en mis ojos, y mi amante está en mi mente.
Y cantaré en el piano, desgarraré mi vestido blanco, gritaré y lloraré.

Leña

Teníamos una casa de sueños al lado del bosque,
donde por las mañanas salíamos a recoger
la leña para calentarnos en la chimenea por las noches.

Un día un vendaval entró por la ventana,
rompiendo todo lo que encontró.
Dimos vueltas con las palabras,
y nos arrastramos al precipicio con gritos.

El último golpe sonó hundiendo el hacha,
en el último amanecer que veríamos
con los pájaros volando lejos.

Sin el techo que el vendaval nos arrebató,
la lluvia nos mojó la última leña del hogar.
Ya jamás podría volver a calentar, esta pobre leña.

Y en la penumbra nos preguntamos cuánta agua
tiene que caer para que se ahogue este amor.

Teníamos una casa de sueños al lado del bosque,
donde por las mañanas salíamos a recoger
la leña para calentarnos en la chimenea por las noches.

Perpetuum mobile

Dices que buscas la luz
en tu propia oscuridad.
Monstruos que perforan tu cabeza,
mientras el sonido agoniza en tus sentidos…

Besas la mano de metal de tu Dios,
y tiendes los brazos a la rendición del frío.

El vacío existencial dentro de la máquina,
perpetúa los días en los engranajes
que sustituyen al ser.

Cada triunfo soñado es una ilusión.
Cada logro, un dulce caos que teje la araña mecánica;
No, no escaparemos de las redes del poder.

El tiempo se ha convertido en el mismo espacio
que ciego nos aliena.
La tecnología es la nueva carne
que cubre la frágil piel.
La electricidad es la sangre nueva
que recorre la vida.

Cuando un hombre muerto cae
arrastra a otro hasta el inframundo…
¿Podrá la humanidad salvarse?

Las almas descansarán para siempre
dentro de su dueño.
Somos el nuevo mito del mundo.

Pero seremos las cenizas renacidas del incendio
cuando Dios nos arrebate la llave del paraíso artificial.

Cedant voluntas togae

Haz esto, no lo otro.
Di esto, no lo otro.
Siente esto, no lo otro.

Sigue el protocolo de la vida,
no importa tus sentimientos;
sólo obedece sin protestar,
que tus palabras no transluzcan la verdad.

Deberes que cumplir.
Sentimientos que reprimir.
Sueños que desaparecen
en un mundo de decadencia.

Vivir para ocultar el rostro.
Cadenas para cerrar el monstruo.
¿Quién soy yo?
¿Aquél que habla o aquél que grita en silencio?

Encarcelado entre dos mundos,
contemplo mi templo moribundo.
Vivir sin vida dentro,
morir sin estar muerto.

Un golpe por cada sonrisa,
dolor cuando acaricia la brisa.
Eclipso el sol entre paredes,
a cal y canto la luz no aparece.

Robando lágrimas al llanto.
Amordazando las emociones que espanto.
Sólo por dentro donde no me engaño.
Me paro cuando tengo que correr,
y todo va deprisa cuando me paro.

¿Para qué desgarrar mi libertad?
¡Maldito manual de conclusiones!
¡Malditas fachadas de ilusiones!
De todo va bien, todo correcto,
de hacer como que todo es perfecto.

Si se te olvidó algo, vuelve a empezar,
pues arriba siempre estará la prioridad.

Nueva Era

Encerradas por tanto tiempo nuestras pasiones
Despiertan con la tempestad acercándose
Un sudor glacial penetra rompiéndose tus esquemas
Este mundo nos engañó con sus cadenas y mitos
Nos controlaron sin ser conscientes de la mentira
El fuego es la nueva sangre que nos corre
La naturaleza volverá a unirse al ser humano
Cuando no haya aire puro que respirar
Cuando oigas su espíritu que emana de todo
Las almas volverán a encontrarse completas
Abriendo los ojos ante una nueva era
Sin teatros y máscaras
Los actos se vivirán sin guión
Volveremos a saber amar sin más hiel
Así es el viaje primordial y sin pasaje
El viaje instructivo y secreto
En los corredores del viento